viernes, 13 de junio de 2014

17º programa Con Acento Cubano. Pinar del Río. El Jardín de Cuba.



Cuando Cristóbal Colón llegó por primera vez a Cuba en 1492 se hubiera apostado los dos brazos a que ese suelo que pisaba era el Oriente del Kan, aquel tan adorado por Marco Polo. Las riquezas, y la bondad de sus habitantes así le hacían pensar. Pero lo que más le costó entender, es que éstos se pasaran horas chupando un enigmático cilindro de hojas secas llamado "cohiba" del que salía un humo fragante y seco. No tardaron en unirse a ese ritual que en un principio tacharon de demoniaco, y con ello el tabaco entró en la historia del mundo, historia que comenzó en Pinar del Rio.

Pocos escenarios en Cuba exhiben tanta belleza natural como esta región cubana  Apodada el " jardín de Cuba" por su naturaleza de bosques, pastizales, cavernas, riachuelos y montañas, en poco se parece al resto del país, ni siquiera en su temperatura, mucho mas fresca ( y eso se agradece) que la del resto de la isla. Durante años se mantuvo al margen del relativo desarrollo de la nación, aunque gracias al turismo la cosa ha ido cambiando y ya va alcanzando los estándares de otras provincias.

El color del suelo, rico en minerales y fosfatos, indica que su fertilidad hace que se puedan cosechar de manera casi continua café, frutas, caña de azúcar y el inigualable tabaco negro, que cosechan los vegueros.

A los pinareños, más allá de las historias, leyendas y cuentos populares que asumen como parte del imaginario colectivo, se les conoce por ser muy alegres, sencillos, joviales, optimistas, valientes, sinceros y muy luchadores. Sienten un sano orgullo por  lo que tienen y lo que construyen, sabiendo bien de dónde vienen y cuidando mucho todo lo que llega a sus manos.

Sencillamente, transitan el mismo común camino de los que viven en el archipiélago, cubano, aunque tengan cosas que les identifican y que llevan como esencia a donde quiera que van.

Hoy Les invitamos  a recorrer esta bella región cubana La tierra que produce el mejor tabaco del mundo ubicada a sólo 174 kms de La Habana, y lo haremos acompañados por nuestra compañera Ariane Gonzalez Brizuela.



miércoles, 4 de junio de 2014

16º programa Con Acento Cubano. Cienfuegos.



El 22 de abril de 1819 el militar de origen francés Luis De Cluet comenzó de manera oficial el fomento de la colonia Fernandina de Jagua, una villa portuaria que 10 años más tarde recibió el nombre de Cienfuegos.

Rebautizada el  20 de mayo de 1829 por la Corona española, que así perpetuaba la memoria de Don José Cienfuegos y Jovellanos, quien siendo Capitán General de la Isla de Cuba autorizó la creación de la colonia.

La fundación de la villa fue parte de la política de la metrópoli española a fin de aumentar el censo de la población blanca, por miedo a que se reeditara aquí la revolución que 15 años antes los esclavos protagonizaron en Haití.

De tal manera a Cienfuegos, 250 kilómetros al sudeste de La Habana, la distingue hoy, entre otras particularidades históricas, el hecho de ser la única población de Hispanoamérica creada por colonos franceses.

Cienfuegos es la ciudad cubana más importante del siglo XIX, y por su relativa juventud resulta la más moderna y mejor trazada de las urbes isleñas.

Se le conoce con el sobrenombre de la Perla del Sur, en justa referencia a sus cualidades paisajísticas y urbanas. Durante el último medio siglo ha llegado a ser incluso la de mayor auge industrial del país.


Adentremonos hoy en su historia, conozcamos sus pueblos, ciudades, su gente,  costumbres, tradiciones y lo mejor de su música. Todo esto de la mano de nuestra compañera Ariane González Brizuela.

15º programa Con Acento Cubano. Holguín.



El franciscano Antonio Alegrías fue el primero que lo vio todo, el día en que subió al cerro cargando la cruz. Esa que hoy domina la ciudad y se mantiene en perenne vigilia por encima del inmenso territorio que responde al nombre de Holguín. Cinco siglos después de haber sido "descubierta" Holguín sigue provocando los mismos asombros que debieron estremecer de belleza al Gran Almirante.
"Nunca antes tan fermosa cosa vido", anotó Cristóbal Colón en su bitácora de viaje y uno continúa confirmando la frase en antiguo castellano, como si el tiempo no importara. Y es que Holguín es tierra en trance. Una naturaleza agreste y diversa, exuberante, que se combina con la transformación incesante que ejerce el ser humano. Aunque este todavía no alcanza a dominarla por completo y entabla con ella una batalla respetuosa. Aquí hasta la quietud es majestuosa, casi sacra. Todo es grande, desde las industrias hasta las iglesias. Las distancias parecen de continente.

El territorio nororiental que hoy abarca la provincia de Holguín fue escenario el 28 de octubre de 1492 del arribo a Cuba del almirante Cristóbal Colón, quien al desembarcar en Bariay exclamó que esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieron.

Las exploraciones arqueológicas en las cuevas de Farallones de Seboruco, en el municipio de Mayarí, demostraron que las más primitivas culturas descubiertas fueron en ese lugar hace seis mil años. Es por ello que se menciona al hombre de Seboruco como el primer poblador de la provincia de Holguín.

La Loma de la Cruz es paraje infranqueable en la naturaleza de Holguín. Es algo más que una imagen cautiva en esta parte oriental. Es acaso la aproximación a un extremo que ha llegado a penetrar en la misma sustancia de la ciudad, traducido en alegoría y timbre para muchos de sus hijos.

Es bastante significativa La Loma de la Cruz para los holguineros, en ella se conjugan distintos hechos históricos, manifestaciones de su cultura y tradiciones que la han vinculado al desarrollo histórico y cultural de la comunidad.

Como guardiana siempre majestuosa observando la ciudad a sus pies. La Loma de la Cruz, con su mezcla de fantasía y realidad asociada a la presencia de una cruz de madera en su cima, colocada el 3 de mayo de 1790 por Fray Antonio de Alegría, de la comunidad franciscana en Holguín.

Para llegar hasta lo alto de la loma hay una carretera, pero muchos prefieren ascender por medio de los 458 escalones y allí estará situado en el punto natural de referencia para localizar distintas partes de la ciudad.

Su altura es de unos 275 metros sobre el nivel del mar, y alrededor de 127 metros sobre la ciudad.

Todos los 3 de mayo se celebraban en Holguín las Romerías de la Cruz de Mayo, tradición que se ha rescatado por varias organizaciones y organismos de la ciudad, especialmente la Asociación Hermanos Saíz, porque como bien enarbolan los organizadores NO HAY HOY SIN AYER.

Durante la guerra de los 10 Años el ejército español construyó allí un fortín e instaló un heliógrafo que emitía sus claves a otras elevaciones, como medio de comunicación entre tropas.

El 17 de mayo de 1870, el mambí Pedro Martínez Freyre, Coronel del Ejército Libertador, compuso el Himno Holguinero, cuya música se atribuye a José María Ochoa, notable compositor y músico. Martínez Freyre pertenecía a las fuerzas comandadas por el entonces Brigadier Calixto García.

I
¡A la lid, holguineros valientes!
¡No temáis del tirano la saña!
¡Ni dobléis como siervos la frente
ante el déspota inicuo de España!
II
¡Somos libres! Lo anuncia el sonido
que se esparce del viento en las alas, 
del cañón el tremendo estampido
y el continuo silbar de las balas.
III
¡Libertad, libertad! A tu nombre
late el alma de gozo en el pecho.
¡Libertad, libertad! Por ti el hombre
deja alegre su bien y su techo.
IV
Que es mil veces más dulce una fosa
que la vida en silencio profundo;
y en la paz del esclavo oprobiosa,
justa befa y escamio del mundo.


https://www.youtube.com/watch?v=CbIExep_7mM&feature=youtu.be